LA HISTORIA DEL DEATH METAL: DE LAS SOMBRAS AL INFIERNO SONORO

Por Gonzalo Vargas

I. RAÍCES Y ORÍGENES (Finales de los 70 - Principios de los 80)

El death metal no nació de la nada: fue el hijo bastardo del heavy metal, el punk y el thrash. Para entender su origen, hay que mirar al metal extremo primitivo que surgió en los 70 y principios de los 80. Black Sabbath ya había sembrado las semillas oscuras, pero fueron bandas como Venom, Motörhead, Celtic Frost y Hellhammer quienes aceleraron los ritmos y ennegrecieron las letras.

Proto-death metal: las primeras aberraciones

Venom con Black Metal (1982) dio nombre a un subgénero.
Possessed con Seven Churches (1985) es considerado por muchos como el primer disco de death metal. Incluso Jeff Becerra, su vocalista, fue el primero en usar el término “death metal”.
Slayer y Bathory empujaron los límites de la velocidad y la agresión.

II. NACIMIENTO OFICIAL (Mediados a finales de los 80)

La verdadera explosión del death metal llegó en la segunda mitad de los 80, sobre todo en EE.UU. y Suecia. Las bandas abandonaron la estructura clásica del metal y la reemplazaron por técnica brutal, guturales, blast beats y una atmósfera enfermiza.

Florida, la cuna estadounidense

Death, liderada por Chuck Schuldiner, fue la chispa central. Scream Bloody Gore (1987), Leprosy (1988) y Spiritual Healing (1990) son discos clave.
Morbid Angel, con Altars of Madness (1989), llevó el death metal a niveles técnicos y oscuros insospechados.
Obituary, Deicide, Autopsy y Cannibal Corpse completaron el panteón fundador.

Suecia y el sonido HM-2

Mientras tanto, en Estocolmo surgía un sonido más sucio y denso:

Entombed (Left Hand Path, 1990), Dismember, Grave y Unleashed crearon el “buzzsaw sound” con pedales Boss HM-2, riffs oscuros y melodías ocultas en la niebla.
En Gotemburgo, más adelante, este sonido evolucionaría hacia el death metal melódico.

III. EXPANSIÓN Y VARIANTES (1990–2000)

Durante los 90 el death metal se diversificó y conquistó el underground global.

Brutal Death y Goregrind

Cannibal Corpse llevó la violencia gráfica al extremo con discos como Tomb of the Mutilated (1992).
Suffocation mezcló brutalidad y técnica en Effigy of the Forgotten (1991).
Carcass pasó del grindcore al death con Necroticism y luego al death melódico.
El goregrind, con Regurgitate, Exhumed y los primeros Carcass, desarrolló una identidad propia basada en letras de necropsias y portadas nauseabundas.

Death técnico y progresivo

Bandas como Atheist, Cynic y Pestilence incorporaron jazz, progresivo y fusión.
Gorguts, especialmente con Obscura (1998), revolucionó la disonancia en el metal extremo.

Blackened Death y Death Doom

Behemoth, Belphegor y Zyklon mezclaron black y death.
Asphyx, Bolt Thrower, Incantation y Demilich representaron las caras oscuras y lentas del death metal.

IV. SIGLO XXI: RENACIMIENTO Y NUEVAS FORMAS

Deathcore

Nació de la mezcla con el hardcore y el metalcore. Job for a Cowboy, Whitechapel, Suicide Silence y Carnifex son exponentes.
Criticado por puristas, pero trajo nuevos oyentes al death metal.

Death Melódico

In Flames, Dark Tranquillity y At the Gates desde Suecia crearon el estilo melódico que influenció a miles.
Bandas modernas como Arch Enemy, The Black Dahlia Murder y Amon Amarth popularizaron esta línea.

Old School Revival

Bandas como Blood Incantation, Tomb Mold, Undeath y Frozen Soul revivieron el sonido noventero con fuerza.

Tech-Death Moderno

Virtuosismo técnico con bandas como Obscura, Beyond Creation, First Fragment o Archspire.

V. LEGADO Y CULTURA

El death metal no es solo música. Es una contracultura que rechaza lo superficial. Es arte grotesco, crítica existencial, y resistencia sonora. Desde sus comienzos hasta hoy, ha desafiado los límites del metal con una mezcla de brutalidad, profundidad y evolución constante.

Discos clave

Scream Bloody Gore – Death (1987)
Altars of Madness – Morbid Angel (1989)
Left Hand Path – Entombed (1990)
Effigy of the Forgotten – Suffocation (1991)
The Sound of Perseverance – Death (1998)
Obscura – Gorguts (1998)

CONCLUSIÓN

El death metal es más que un género: es un grito primitivo contra la falsedad del mundo. Nació en sótanos oscuros y hoy sigue vivo, más fuerte que nunca, alimentado por riffs podridos, blast beats inhumanos y voces que parecen salir del abismo. Si el metal es rebelión, el death metal es la forma más pura y brutal de ella.

Ruido Maldito

DEATH METAL